viernes, 30 de noviembre de 2007

Vivir

Esta tarde me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que perdemos pensando en nuestros problemas, compadeciéndonos por nosotros mismos y esperando que lleguen tiempos mejores en los que no tengamos ni una sola preocupación...Pues me temo que esa etapa nunca llegará a menos que no queramos cambiarla nosotros mismos. Y es que, como me ha dicho hace poco un amigo mío: gastamos una energía enorme cuando nos preocupamos por algo, o por todo...A veces pienso que creemos que no tenemos el derecho de ser felices y por eso buscamos algo malo en lo que centrarnos. Quizás nos sentimos culpables si no tenemos ningún problema y por eso, cuando no lo tenemos, lo buscamos. Pero, ¿es que acaso no merecemos estar bien? ¡Por supuesto que sí!

Pensaréis que estoy muy negativa por pensar en estas cosas, pero ¡todo lo contrario!Me estoy dando cuenta de que esta vida son cuatro días, como quien dice y, por lo menos, tres días y medio los pasamos preocupados por algo. Pensemos por un momento, ¿realmente merece la pena? ¿Por qué no cambiar de actitud? ¿Por qué no disfrutar, perdonar, sonreir, ayudar, amar, vivir...? Estoy segura de que cada uno de vosotros se siente, de una forma u otra, identificado con lo que estoy diciendo. Así que propongo un cambio de actitud frente a la vida. ¿Qué me decís? ¡Que esta vida es un regalo que estamos desaprovechando, y no merece la pena...! Ahora, ¡a ser felices!

Y para arrancar una sonrisa de vuestra cara, aquí os pongo una canción preciosa...

sábado, 24 de noviembre de 2007

Disney World, "where dreams come true..."

Por curioso que pueda parecer, la principal razón por la que quería aprender inglés cuando tenía ocho años era la de poder ir a Disney World, jeje. Por supuesto, mis objetivos en la vida han ido cambiando... Así que esa no fue la razón por la que elegí estudiar Filología Inglesa, ni tampoco lo fue para venir a Estados Unidos.

Cosas de la vida, estas vacaciones de Acción de Gracias decidimos ir a Disney, Orlando; así que yo empecé a desempolvar esas viejas ilusiones que ya casi había olvidado...Cuando llegué allí recordé momentos que me hicieron emocionarme. Y es que, ¿quién no ha disfrutado de esas películas Disney todas las navidades, o todo el año, con la familia? Realmente ha sido una experiencia mágica y puedo decir que, después de tantos años, he visto cumplido uno de mis sueños...

domingo, 4 de noviembre de 2007

Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia

No, al menos, en este caso...

Sería injusto no mencionar en este blog aquellos bloggers que me han inspirado a hacer el mío. Son personas a las que admiro: algunos son amigos, otros familia, otros internautas a los que no conozco... pero todos ellos han tenido una influencia no sólo en mi blog, sino también en mi forma de ver la vida.

De momento no hay muchos, pero os aseguro que la lista seguirá creciendo. Así que, aquí adjunto sus enlaces para que también podáis verlos cuando tengáis un ratito.

sábado, 13 de octubre de 2007

Aprender a aceptar


ACEPTAR; es una palabra que con solo pronunciarla produce dolor, al menos para mí... y estoy segura de que no soy la única.

A lo largo de nuestra vida, vamos encontrando ciertos obstáculos que nos dificultan el llevar a cabo nuestros planes y expectativas. A veces, esos obstáculos se salvan y podemos permitirnos seguir nuestro rumbo tal y como lo habíamos planeado. Esto nos hace sentirnos satisfechos con nosotros mismos y, en cierto modo, se ve recompensado nuestro esfuerzo por encontrar la felicidad (aunque sólo sea en cualquier aspecto de nuestra vida).

Desgraciadamente, no siempre esos obstáculos se pueden salvar con el mismo éxito. No siempre nuestros planes salen como queremos, bien sea en el ámbito de la salud, académico, sentimental, profesional, etc, etc. Bien, ahí está una verdadera fuente de dolor. El no ver cómo las cosas salen como queremos y el hecho de que lo único que podemos hacer es aceptarlas, a pesar de la rabia y la impotencia que eso produce. Muchas veces, nunca llegamos a hacerlo, y nos rebelamos contra la vida de alguna manera. Y es que, es tan difícil aceptar...

Hace unos años, mi hermana me dijo "Madurar no es celebrar un éxito sino aprender a afrontar un fracaso". Y llevaba mucha razón. A veces, tenemos que ser humildes frente a la vida y no dejarnos acobardar o hundirnos por no conseguir lo que queremos (por supuesto, los casos de enfermedad son los más difíciles de aceptar). Lo que vengo a decir es que, tenemos que jugar las cartas que nos ofrece la vida, y potenciarlas al máximo. Tenemos que disfrutar de nuestros éxitos (ya que todo el mundo los merece) y aprender de esos "obstáculos" que vamos encontrando por el camino; algunas veces, de ellos es de los que más se aprende. Sólo así podremos ser más fuertes para AVANZAR, AVANZAR Y AVANZAR. Y es que, hay pocos éxitos que no hayan pasado por "fracasos" anteriormente.
NOTA: Buscando por la red, encontré el sitio web de un profesor y conferenciante de la Universidad de Educación Enrique Guzmán y Valle (Perú): D. Nemesio Candioti. En ella, este profesor habla, entre otras cosas, de cómo el éxito y el fracaso vienen de la mano. Es un artículo muy positivo que me gustaría que leyérais. Estoy segura de que os va a gustar.

jueves, 4 de octubre de 2007

El valor de las cosas


O lo que es peor...el valor de las personas. ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar a qué nos referimos cuando decimos que una persona vale mucho? ¿O que algo tiene un valor especial para nosotros? Este es un tema que tengo bien presente desde hace algún tiempo. Y realmente me preocupa.

¿Por qué sentimos que tenemos más valor cuando alguien nos quiere y por el contrario, sentimos algo completamente opuesto cuando ese alguien no lo hace? Nos pasamos la vida buscando que los demás nos valoren, que no es otra cosa que la búsqueda de la aceptación del resto, pero no nos damos cuenta de que a veces esa felicidad que intentamos encontrar depende de algo enormemente relativo.

En primer lugar, tenemos que hablar de la "escala de valores" de cada uno, que, como dicen McKay y Fanning, está muy influenciada por nuestra cultura. Alguien puede tener valor por su bondad, su arte, su poder adquisitivo, su poder de convicción, sus méritos académicos, etc. Así que, deberíamos hablar, más bien, de "tipos de valores".

Al mismo tiempo, una misma persona, o una misma cosa, puede tener un valor inmenso para una persona y no tener el más mínimo valor para otra. O, lo que es más, la percepción de esa cosa o persona, ese valor dado, puede cambiar con el tiempo a ojos de la misma persona. ¡Qué más claro ejemplo que los cuadros de Van Gogh, que años después de la muerte de su creador adquirieron un valor que ni él mismo hubiera imaginado! ¿No resulta paradójico que el valor de una misma cosa sea tan variable? Todo esto me lleva a pensar que no podemos confiar en el valor que se le da a las cosas y que procede del exterior.

Por otro lado, tampoco me convence la idea de que el valor proviene del interior; es decir, que uno vale lo que piensa que vale, ya que hay mucha gente que puede sufrir complejos de inferioridad, o de superioridad, y esto distorsiona enormemente la percepción de ese supuesto valor que tenemos.

Me gustaría llegar a una conclusión con este tema, pero la verdad es que aún estoy trabajando en ello. Quiero pensar que todos tenemos un valor por el mero hecho de existir (como explicaban estos autores a los que me refería anteriormente) y que cada uno tiene que sacar el máximo potencial de sí mismo, sin importar el valor que pueda venir del exterior o incluso del interior porque, al fin y al cabo, este valor no tiene cimientos lo suficientemente sólidos como para poder depender de él.

Y ahora es vuestro turno, decidme lo que opináis ya que estoy muy interesada en este tema. Mil gracias.

martes, 2 de octubre de 2007

El comienzo



Pues como todo tiene un comienzo, aquí nace una nueva etapa de mi vida, en la que voy a empezar a abrirme al mundo a traves de esta ventanita. Puede parecer una tontería, pero llevo dándole vueltas al hecho de crear un blog desde hace ya algún tiempo. Y es que, más de uno ya sabréis que no es tan fácil desnudarse así delante del mundo. Sin embargo, creo que es algo que necesito hacer y que, en cierto modo, me va a ayudar a crecer como persona; que al fin y al cabo es de lo que se trata...

Así que hoy, día 2 de Octubre de 2007, viendo el atardecer en una biblioteca de Morgantown, doy por inaugurado este blog.